Por Seiji Machino
Una importante certificación recibió el investigador del Centro de Investigación en Biodiversidad y Ambientes Sustentables (CIBAS) y Académico de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, Profesor Christian Díaz Peralta, la cual lo habilita como Auditor Experto del “Fishery Team Member” para la certificación de pesquerías comerciales, específicamente para cultivos de moluscos y salmones.
Se trata de la certificación Marine Stewardship Council (MSC), que actualmente certifica 312 pesquerías de 30 países alrededor del mundo. Esta certificación tiene como objetivo principal ser un estándar en cuanto a prácticas sustentables de manejo de recursos hidrobiológicos, basándose en tres pilares fundamentales. En primer lugar, las actividades de pesca deben realizarse de manera que no conduzcan a la extracción excesiva o al agotamiento de las poblaciones explotadas y, para aquellas poblaciones agotadas, la pesca debe orientarse a la recuperación de la pesquería. Del mismo modo, las operaciones pesqueras deben respetar la estructura, productividad, función y diversidad del ecosistema, incluyendo el hábitat y especies interrelacionadas de las que depende la pesquería. Además, las firmas deben contar con un sistema de gestión eficaz, en concordancia con las leyes y normativas locales, nacionales e internacionales, y considerar marcos institucionales y operativos para un uso del recurso responsable y sostenible.
Importancia para la industria nacional
En los últimos años, el sector acuícola-pesquero, a nacional e internacional, ha comprendido que prácticas de este tipo no sólo ayudan al cuidado del medio ambiente, lo que implica un sello diferenciador que les posibilita la apertura de mercados con altos estándares normativos, sino que además favorecen la sostenibilidad del negocio, dada la conservación en el tiempo de los recursos naturales que estas compañías comercializan.
¿Cómo logró la certificación MSC?
Hace tres años MSC, a través de Bureau Veritas Iberoamérica, me invitó a ser parte de los equipos de auditores expertos en certificación de pesquerías a nivel mundial, bajo las primeras normas (V1.3). Lo acepté considerando la relevancia que tiene MSC a nivel internacional y en particular debido a las nuevas exigencias y estándares que los mercados globales han establecido a las firmas que cultivan distintos tipos de recursos hidrobiológicos. Sin embargo, el año pasado se actualizaron las normas a la versión 2.0 y ello significó que durante 5 meses recibí formación teórica, técnica y de gestión en los 3 principios y sus componentes, indicadores y criterios de puntuación de pesquerías según lo estable MSC. Luego del proceso de formación, en julio recién pasado, aprobé las evaluaciones logrando así la certificación en las normas 2.0.
¿Ha participado alguna vez auditando empresas del sector acuícola?
Sí, desde el año 2015 he participado como Auditor en el proceso de certificación de la compañía Toralla S.A., la primera empresa de cultivo de mejillones en Chile que obtuvo el sello MSC. Es una de las empresas líderes en cultivo de mejillón en Chile y está integrada verticalmente, desde los centros semilleros hasta la comercialización internacional. Esta empresa estuvo certificada por 4 años en las normas 1.3, y este año 2018 ha ingresado a un nuevo proceso de evaluación pero con las nuevas normas 2.0.
¿En qué consiste el proceso de certificación de una empresa?
Las normas de MSC contemplan tres principios, estos son: la condición de la especie objetivo (P1), el impacto de la pesca o actividad acuícola en el ecosistema (P2), y el sistema de gestión y gobernanza (P3). Cada principio contiene varios componentes y criterios que son evaluados y calificados por un puntaje de 0 a 100; el requisito mínimo para iniciar un proceso de certificación de una pesquería de MSC es de 80 puntos para cada uno de los tres principios. El proceso de certificación incluye una evaluación de terceros separada en una pre-evaluación confidencial que identifica las características y limitaciones de la pesquería en cuestión para buscar la certificación de MSC y una evaluación pública completa, en la cual la pesquería se evalúa en base a los estándares de MSC. Ambas evaluaciones son llevadas a cabo por un grupo de auditores expertos (assessment team). Los resultados de la evaluación quedan disponible para el público en el sitio web de MSC. La certificación dura cinco años con auditorías anuales; luego, la pesquería podría buscar una nueva certificación, toda vez que la pesquería debiese aumentar su puntaje al lograr mejoras en el tiempo.
¿Cómo contribuye este logro a sus líneas de investigación?
El participar en estos procesos de certificación de pesquerías es una tremenda oportunidad para mí como profesor de la Universidad e investigador del CIBAS, ya que me ha permitido vincularme directamente con el sector productivo y con todo el sector público que regula la mitilicultura en Chile. Por lo general, en los procesos de certificación de sostenibilidad de firmas de acuicultura, existe escasez de investigación científica aplicada que permita de manera permanente dar respuesta o que sirvan de evidencias para respaldar el cumplimiento de los principios de certificación, tanto para la definición exacta del estado de los bancos naturales, datos concretos de su estado y evolución, como del impacto en la diversidad genética presente en las actividades de cultivo. No olvidando que cada centro de cultivo, geográficamente, tiene sus propias características medioambientales, además de las estrategias para gestionar acorde a las normas nacionales y convenios internacionales en los distintos ámbitos para desarrollar una actividad comercial sostenible.