La investigación consideró, entre otros aspectos, las variaciones estacionales e interanuales.
Jean Pierre Molina M.
“Cambios temporales en la condición bioenergética y nutricional del pez espada (Xiphias gladius) del Océano Pacífico Suroriental”, es el título del estudio con el que Jorge Lazo aprobó con nota máxima el Magíster en Ecología Marina de la Facultad de Ciencias UCSC. El director de la investigación fue el Dr. Ángel Urzúa y contó con el apoyo del proyecto “Seguimiento de los recursos altamente migratorios. Enfoque Biológico-Pesquero” a cargo del Dr. Patricio Barría del Instituto de Fomento Pesquero de Valparaíso.
El objetivo de la investigación fue evaluar la condición bioenergética y nutricional del pez espada, tanto de forma estacional como interanual. Para ello, se consideraron parámetros de condición como la composición bioquímica -contenidos totales de lípidos, proteínas y glucosa-, elemental -carbono, nitrógeno e hidrógeno-, contenido total de energía, perfil de ácidos grasos y los radios lípidos/proteínas (L/P) y carbono/nitrógeno (C/N).
“Las variaciones estacionales se evaluaron durante el principal periodo de alimentación de la especie, que aproximadamente inicia a los 40°S en otoño y finaliza a los 18°S en primavera frente a las costas de Chile. Aquí, se determinó por cada estación cómo estuvo la composición bioquímica, perfil de ácidos grasos y contenido total de energía. Luego, evaluamos las variaciones interanuales, comparando los inviernos australes de los años 2015, 2017 y 2019; en donde se agregaron los análisis sobre la composición elemental, y los radios L/P y C/N”, complementó Jorge Lazo.
Principales resultados
En el capítulo uno sobre las variaciones estacionales, el pez espada presenta una condición bioenergética y nutricional más rica en invierno y primavera en comparación a otoño, que corresponde al inicio del período de alimentación. “Hay mayores contenidos de lípidos y diversidad de ácidos grasos en la temporada de primavera que estaría asociada a la cercanía del período reproductivo en verano. Así, la especie estaría almacenando gradualmente reservas energético-nutricionales para desarrollar un período reproductivo exitoso en aguas oceánicas y migrar otra vez hacia las zonas más costeras en otoño, iniciando un nuevo ciclo migratorio”, comentó Jorge Lazo, enfatizando en la alta inversión energética que implica el proceso reproductivo.
En este sentido, el capítulo dos muestra que la condición bioenergética y nutricional del pez espada varía de forma interanual entre los inviernos del 2015, 2017 y 2019. “La estación de invierno corresponde a la época del año en la que el pez espada presenta un menor desarrollo gonadal, en donde la especie estaría priorizando en alimentarse. De este modo, las variaciones interanuales y entre sexos del pez espada se explicarían principalmente por estrategias fisiológicas relacionadas a la alimentación y reproducción como respuesta adaptativa a las variaciones de las condiciones ambientales” explicó Jorge Lazo.
Esta situación estaría asociada a la presencia de eventos naturales de El Niño 2015/2016 y La Niña 2017/2018. “Los eventos de El Niño y La Niña promueven alteraciones sobre parámetros oceanográficos claves como la temperatura superficial del mar, las cuales son registradas como anomalías permitiendo definir períodos de condiciones perturbadas, como, por ejemplo, el período del 2015 al 2018 del presente estudio”, detalló Jorge Lazo.
De este modo, el 2015 se consideró como el año del inicio del período de perturbaciones, siendo el 2017, el año durante las perturbaciones; mientras que el 2019 aquel de condiciones normales. “Aquí el estudio tiene relevancia, ya que la respuesta fisiológica de la especie es distinta entre años y sexo. Esto permite entender que, si bien la variabilidad temporal de las condiciones ambientales promovida por eventos naturales de gran escala afecta a la especie, habría estrategias fisiológicas distintas entre hembras y machos”, enfatizó.
La investigación refuerza la dinámica migratoria de la especie descrita por la flota pesquera artesanal e industrial de Chile. De la misma manera, aporta en el entendimiento de los procesos fisiológicos de la especie. “El pez espada es un recurso pesquero, por lo cual requiere de un sólido enfoque ecológico y de sostenibilidad en sus actuales medidas de regulación. Nuestros hallazgos en base a la condición bioenergética y nutricional pueden ayudar en mejorar dichas medidas dado que aportan conocimientos sobre la eco-fisiología de la especie durante su principal período de extracción pesquera (de otoño a primavera) así como también frente a un contexto de constante cambio climático”, concluyó Jorge Lazo.
Finalmente, Lazo recomienda estudiar el Magíster en Ecología Marina (MEM) de la UCSC, enfatizando la buena experiencia y su calidad en la formación. “Mi experiencia fue positiva, comenzamos con bastante proyección. Pese a la pandemia, rescato que hubo mucha ayuda por parte de la UCSC, de la Facultad de Ciencias UCSC y del programa MEM. Pudimos acceder a los laboratorios y avanzar en el proceso de tesis. Debimos ajustarnos, tomar las medidas sanitarias necesarias, pero a pesar de todo, tuvimos un apoyo incondicional y un compromiso que rescato”, concluyó.